29 de octubre 2026


CASA PERÚ VALENCIA

Este ha sido un año que quedará grabado en nuestra memoria.
La DANA no solo dejó lluvia y destrucción: dejó también huellas en nuestras vidas, en nuestras calles, en nuestros hogares y en nuestro ánimo. Nos enfrentó a la fragilidad de lo cotidiano y nos recordó lo valioso que es lo que a veces damos por sentado: la calma, la seguridad, la compañía, la vida.

Hoy queremos expresar un mensaje de cercanía y respeto profundo hacia todas las personas que sufrieron pérdidas, que vieron su hogar inundado, su trabajo dañado o su rutina quebrada. A quienes tuvieron miedo, a quienes aún están reconstruyendo, dentro y fuera.

En medio del dolor, también nació algo poderoso:
la solidaridad.
La mano tendida de vecinas y vecinos, la entrega de quienes trabajaron sin descanso, la fuerza de una comunidad que no se rinde.
Porque aunque la DANA nos golpeó, también nos unió; nos recordó que no estamos solos, que la empatía y el apoyo mutuo son capaces de sostenernos cuando lo material se hunde.

Miramos hacia adelante con esperanza.
Con la certeza de que, aun en la adversidad, somos capaces de levantarnos, de reconstruir, de cuidar lo que amamos y de cuidarnos mutuamente.
Que este año difícil sea también un recordatorio de que la vida puede cambiar en un instante, pero que el coraje, el afecto y la unidad siguen siendo nuestra mayor fortaleza.

A quienes perdieron, a quienes lucharon, a quienes ayudaron:
no os olvidamos.
Seguiremos caminando juntos hacia un mañana más seguro, más preparado y más humano.